Facturación personal: evita problemas fiscales con Hacienda

Si eres una persona física y necesitas facturar sin ser autónomo, es importante que conozcas los trámites necesarios para cumplir con las obligaciones fiscales establecidas por Hacienda. En este artículo te explicaremos los pasos a seguir para facturar como persona física, sin estar dado de alta como autónomo y sin incurrir en infracciones tributarias.

¿Es posible facturar sin ser autónomo? La respuesta es sí, siempre y cuando se cumplan ciertos requisitos establecidos por la ley. Antes de comenzar a facturar, es importante que sepas que existe una diferencia entre ser autónomo y ser persona física. A continuación, te explicamos las diferencias:

  • Ser autónomo implica estar dado de alta en el régimen especial de trabajadores autónomos de la Seguridad Social, lo que conlleva el pago de una cuota mensual.
  • Ser persona física implica que no estás dado de alta como autónomo, pero sí puedes emitir facturas si cumples con ciertos requisitos establecidos por la ley.

En este artículo te explicaremos los pasos a seguir para facturar como persona física sin ser autónomo y cumplir con las obligaciones fiscales establecidas por Hacienda.

¿Cuáles son los requisitos para facturar como persona física?

Para facturar como persona física sin ser autónomo, es importante que cumplas con los siguientes requisitos:

  • Realizar actividades económicas de forma esporádica: No puedes facturar de forma habitual, es decir, no puedes tener una actividad económica regular.
  • No superar los límites de facturación: En el año 2021, el límite máximo de facturación para personas físicas son 1.000 euros al año por pagador.
  • Emitir facturas con todos los datos obligatorios: Las facturas deben contener todos los datos obligatorios establecidos por la ley.

Facturar como persona física sin ser autónomo ante Hacienda es una práctica común entre aquellos que realizan actividades económicas de manera esporádica o que no cumplen con los requisitos para ser considerados autónomos. Aunque no existe una figura legal específica que regule esta situación, existen diferentes opciones que permiten facturar sin tener que darse de alta como autónomo ante Hacienda.

1. Facturación como persona física:

Si eres una persona física y no tienes una actividad económica habitual, puedes facturar sin ser autónomo siempre y cuando no superes los límites establecidos por Hacienda. En este caso, deberás incluir en tus facturas tu nombre completo, DNI y dirección fiscal, en lugar de un número de identificación fiscal (NIF) o número de identificación de extranjero (NIE).

2. Facturación a través de cooperativas de trabajo asociado:

Las cooperativas de trabajo asociado permiten a sus socios facturar por sus servicios sin necesidad de darse de alta como autónomos. En este caso, el trabajador presta sus servicios a través de la cooperativa, que emite la factura correspondiente y se encarga de realizar las gestiones fiscales y laborales necesarias.

3. Facturación a través de sociedades civiles:

Otra opción es constituir una sociedad civil entre varios socios, en la que cada uno aporte su trabajo y no sea necesario darse de alta como autónomo. En este caso, la sociedad civil será la que emita las facturas correspondientes y se encargue de las obligaciones fiscales y laborales.

4. Facturación a través de plataformas digitales:

Existen plataformas digitales que permiten a sus usuarios facturar por sus servicios sin necesidad de darse de alta como autónomos. Estas plataformas actúan como intermediarias entre el trabajador y el cliente, emitiendo la factura correspondiente y cobrando una comisión por sus servicios.

Conclusión:

Facturar como persona física sin ser autónomo ante Hacienda es posible, pero es importante tener en cuenta que existen límites y que cada opción tiene sus propias condiciones y requisitos. Es recomendable consultar con un asesor fiscal para encontrar la opción que mejor se adapte a cada situación particular.

¿Cuál es el límite de facturación que se puede alcanzar sin tener que darse de alta como autónomo?

Si eres una persona física que realiza actividades económicas y quieres saber cuál es el límite de facturación que puedes alcanzar sin tener que darte de alta como autónomo, la respuesta dependerá de varios factores.

En primer lugar, es importante destacar que la Ley establece que cualquier persona que realice una actividad económica de forma habitual y con ánimo de lucro debe estar dada de alta en el régimen correspondiente. Sin embargo, existen algunos casos en los que se permite facturar sin tener que darse de alta como autónomo.

En concreto, según el artículo 1.2 de la Ley 20/2007, de 11 de julio, del Estatuto del Trabajo Autónomo, se permite a las personas físicas realizar actividades económicas sin tener que darse de alta como autónomo siempre y cuando no superen los siguientes límites:

  • En el ámbito fiscal: el límite de facturación anual para el año 2021 es de 1.000 euros anuales.
  • En el ámbito laboral: el límite de facturación anual para el año 2021 es de 1.000 euros anuales. Además, no se podrán contratar trabajadores.
  • En el ámbito de la Seguridad Social: el límite de facturación anual para el año 2021 es de 6.650,24 euros anuales.

Si se supera alguno de estos límites, la persona física deberá darse de alta como autónomo y cumplir con todas las obligaciones legales y fiscales correspondientes.

Es importante tener en cuenta que estos límites son orientativos y pueden variar en función de la situación de cada persona. Por ello, si tienes dudas sobre si debes o no darte de alta como autónomo, te recomendamos que consultes con un asesor fiscal o laboral.

¿Cuáles son los pasos necesarios para emitir facturas como un individuo sin tener una empresa legalmente registrada?

Si eres una persona física que no tiene una empresa legalmente registrada y necesitas emitir facturas, aquí te explicamos los pasos necesarios:

  1. Inscribirte en el censo de empresarios, profesionales y retenedores: Para poder facturar como persona física, debes darte de alta en el censo de empresarios, profesionales y retenedores de la Agencia Tributaria. Para hacerlo, debes rellenar el modelo 036 o 037 y presentarlo en una oficina de la Agencia Tributaria o a través de su sede electrónica.
  2. Obtener un número de identificación fiscal (NIF): Una vez inscrito en el censo, recibirás un número de identificación fiscal (NIF) que deberás incluir en tus facturas.
  3. Utilizar facturas simplificadas: Como persona física, no estás obligado a emitir facturas completas. En su lugar, puedes utilizar facturas simplificadas, que incluyan la información mínima requerida por la ley.
  4. Incluir los datos necesarios en tus facturas: Además del NIF, debes incluir en tus facturas los datos del destinatario de la factura, la fecha de emisión, el importe total y los impuestos aplicables.
  5. Llevar un registro de tus facturas: Es importante que lleves un registro de todas las facturas que emites, tanto para tener un control de tus ingresos como para cumplir con tus obligaciones fiscales.

Recuerda que si tienes dudas sobre cómo facturar como persona física, es recomendable que consultes con un asesor fiscal para asegurarte de que cumplas con todas las obligaciones legales.

En conclusión, si eres una persona física y quieres facturar sin ser autónomo, existen opciones legales como el Régimen de Estimación Objetiva o Módulos de Hacienda. Ambos permiten facturar sin tener que darse de alta como autónomo, siempre y cuando cumplas con los requisitos establecidos. Además, si no te convencen estas opciones, también puedes facturar a través de plataformas digitales que actúan como intermediarios en tus transacciones, como Glovo, Uber Eats, Airbnb, etc.

¿Qué es el Régimen de Estimación Objetiva de Hacienda?

Es un método de tributación simplificado que se aplica a actividades económicas con un volumen de ingresos y facturación reducidos. Consiste en aplicar un porcentaje a los ingresos obtenidos para determinar la base imponible del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).

¿Qué son los Módulos de Hacienda?

Es un régimen especial de tributación que se aplica a determinadas actividades económicas y que simplifica la determinación de la base imponible. Se basa en una estimación objetiva de los ingresos y gastos de la actividad, en función de unos módulos o índices establecidos por Hacienda.

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